¿Cómo aprender de finanzas en familia?
Sí, hay que reconocerlo, el dinero es un recurso importante en todas las etapas de la vida (e incluso antes de nacer). Y es que lamentablemente, en muchos países o culturas es un tema que aún se considera tabú, que no se enseña en las escuelas o bien, se sataniza, ya que hablar de él puede ser visto como algo demasiado ambicioso o codicioso.
Todos estos pensamientos hacen que en países latinoamericanos o del “tercer mundo”, tengamos una grave falta de educación financiera, lo que provoca que tomemos malas decisiones con nuestro dinero a lo largo de nuestra vida.
Pero no te desanimes, a continuación queremos compartirte algunos consejos para que esto deje de ser un problema en tu vida personal y familiar. Y sobre todo, para que de ahora en adelante, sepas cómo abordar estos temas en casa y así juntos comiencen a aprender a mejorar sus finanzas sin importar la etapa en el que se encuentren.
Es importante que sepas que tú puedes romper ese ciclo, con esos pensamientos, malos hábitos y costumbres que has aprendido en tu nicho familiar y es momento de que de una vez por todas, tomes las riendas de tu propia educación y de la de tu familia.
Pues independientemente de su edad, todos los miembros de una familia deberían aprender a administrar su dinero, a ahorrar e inclusive, a invertir. Eso les permitirá entender el valor del trabajo y del dinero, además de conocer las ventajas del ahorro y la inversión.
En países como Brasil, la educación financiera es impartida desde la primaria, lo cual los ha llevado a ser uno de los países latinoamericanos con mayor cantidad de inversionistas. Sin embargo en México aún nos falta camino por recorrer; pero como ya lo sabes, ésta también se puede comenzar a aprender desde casa.
Y es que una de las cosas más importantes que los niños deben aprender desde temprana edad, es que tener dinero es el resultado de un trabajo y/o esfuerzo, y que no llega por arte de magia o cae del cielo. Por lo que si no lo cuidamos de manera adecuada, éste se puede terminar.
Para modificar esto, lo primero que debemos hacer es dejar de regalarles o darles dinero sin motivo alguno a los pequeños y optar por remunerarlos a través de una paga simbólica a cambio de realizar alguna labor del hogar durante los fines de semana o en sus tiempos libres. De esta forma estaremos fomentando en ellos el valor del dinero para que aprendan y reconozcan su importancia; y si además les recordamos que de esa paga tienen que ahorrar una parte, estaremos cada vez más cerca de mejorar su percepción acerca del dinero.
Sin duda, esta es una de las etapas más decisivas, ya que aquí se empiezan a definir muchos de los hábitos que una persona podría tener el resto de su vida; y aunque esto no significa que no se puedan cambiar en un futuro, sí representan un grado de dificultad cuando ya se es adulto.
En el caso de los jóvenes y adolescentes, es recomendable que aprendan a administrar por su propia cuenta el dinero; para ello, es conveniente que se les dé un “salario” de forma semanal, quincenal o mensual y así vayan aprendiendo a distribuirlo de la mejor forma. Por ejemplo, que cada semana los padres puedan darles mil pesos para que con ese dinero adquieran su comida en la escuela y/o programen las salidas con sus amigos.
Aunado a eso, es recomendable reforzar en ellos el valor del dinero y explicarles que éste viene del trabajo, por lo que si desean algo extra, deberán de realizar tareas adicionales en casa, o bien, buscar su primer trabajo.
Administrar las finanzas en pareja o en matrimonio es uno de los mayores retos que una persona pueda enfrentar, ya que cada uno tiene diferentes gastos, gustos y formas de ser; pero si se tiene una correcta comunicación, es posible salir a flote o evitar juntos cualquier problema económico.
Algunos expertos comentan que cada integrante debería de administrar su propio dinero y entre los dos repartirse los gastos, y aunque sin duda esa es una gran posibilidad, también existe la opción (aunque más compleja, pero bastante efectiva) de que ambos junten su dinero para hacer frente a los gastos y responsabilidades financieras del hogar.
Cuando se hace esto, es necesario que entre ambos construyan un presupuesto y se sienten a definir cuáles son sus metas y compromisos económicos. Por ejemplo, si una persona gana $10 mil pesos al mes y la otra $15 mil, lo ideal es juntarlo y con ello poder pagar los diferentes tipos de gastos que tienen en común, como la renta, los servicios, las comidas y colegiaturas. En esta situación, es sumamente importante tener y seguir un presupuesto, así como registrar los gastos que vayan haciendo.
Y aunque hablar de finanzas con tu pareja pueda representar cierto temor, sin duda es lo más sano que pueden hacer, pues esto los llevará a organizarse mejor y a crecer juntos.
No obstante, al igual que cualquier meta o nuevo hábito, la constancia es clave; por lo que será de vital importancia que encuentren la manera de recordarse el uno a otro lo que están haciendo y porqué.
Cabe destacar, que independientemente de la edad, la inversión también es algo útil para aprender y tomar en cuenta: para los niños será interesante descubrir cómo su dinero puede generar más dinero; para los jóvenes, lo ideal es aprender que las mejores recompensas no son inmediatas y llevan su tiempo; y mientras que para los adultos, será de gran ayuda encontrar el poder de la inversión para alcanzar todas sus metas (como adquirir una casa o ahorrar para la universidad de sus hijos).
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