Uno de los términos que más leemos al comenzar a invertir es “horizonte de inversión”, ya sea que te lo encuentres en la descripción del activo en el que estás pensando invertir o que de plano te hagan la pregunta sobre cuál es el tuyo.
Y precisamente, conocer el horizonte de inversión tanto de un activo, como de tu propio perfil, es tan importante como conocer el riesgo y tu tolerancia a este. Y es por eso que queremos contarte más sobre él:
A resumidas cuentas, el horizonte de inversión es el plazo en el que estás dispuesto a invertir tu dinero (y asumir un determinado riesgo) con el objetivo de obtener rendimientos por él.
Y aquí viene lo interesante: hablar de un horizonte de inversión no se trata nada más del tiempo en que estás dispuesto a esperar para ver rendimientos, sino que los mismos activos financieros en los que inviertes también cuentan con su propio horizonte, lo cual te da pie para que vayas contemplando en cuánto tiempo podrás ver rendimientos atractivos de tu dinero.
Por ejemplo, no es lo mismo el horizonte de inversión recomendado si deseas invertir en CETES, que si te inclinas por invertir en bienes raíces. Los primeros son instrumentos de corto plazo y los otros son un tipo de inversión en los que tardarás años para que puedas obtener sus rendimientos.
Por lo tanto, para invertir correctamente debes evaluar cuándo crees que necesitarás retirar el dinero que estás invirtiendo y hacerlo en un instrumento con el horizonte ideal para ti.
Cada uno de tus objetivos debe tener su propio tiempo, en este caso, su propio horizonte de inversión. Así que debes de armarte de mucha disciplina y paciencia, si lo que quieres es hacerlos realidad a través de la inversión.
Con esto en mente, ahora es momento de establecer tus objetivos y metas conforme a un horizonte de tiempo razonable, para lo cual es recomendable que conozcas los principales horizontes de inversión que existen:
Corto plazo: En las finanzas se considera corto plazo a todas aquellas inversiones ideales para obtener un rendimiento o ganancia en un período de tiempo menor a 1 año.
Algunos instrumentos financieros ideales para este plazo son los CETES, pagarés bancarios o fondos de inversión de bajo riesgo.
Mediano plazo: Podríamos considerar mediano plazo a aquellas inversiones que se realizan en un período de tiempo mayor a 1 año pero menor de 3 años.
Algunos instrumentos de inversión que entran en este plazo son los bonos y los fondos de inversión de riesgo moderado.
Largo plazo: Este es el plazo más recomendado para invertir, ya que es bien sabido que en un corto plazo es muy difícil tener buenas ganancias y sólo a largo plazo es como se pueden obtener verdaderos rendimientos.
Puedes considerar largo plazo a aquellas inversiones mayores a 3 años e inclusive algunos expertos señalan que largo plazo es mayor a 5 años. Algunas inversiones ideales para estos plazos son mediante acciones, fondos de inversión o bienes raíces.
Por último, no olvides que el dinero rápido y fácil no existe y menos en las inversiones y recuerda que invertir no es ninguna magia, por lo que una parte fundamental para que éstas sean un éxito es ahorrar e invertir de forma constante.
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