Se trata del conjunto de instituciones públicas, mercados e instrumentos, en los que se organiza la actividad económica para movilizar el ahorro de forma eficiente.
Esto quiere decir que su principal tarea es ser el intermediario entre quienes tienen dinero (ahorradores) y quienes necesitan dinero (deudores) ya sea para financiar proyectos o pagar obligaciones.
En esta dinámica el ahorrador obtiene rendimientos por “prestar” su dinero a los intermediarios y el deudor se compromete a pagar intereses por el dinero que obtuvo a través de ellos.
Para el correcto funcionamiento del sistema financiero es necesario que existan organismos públicos que se encarguen de su regulación y administración, a los cuales se les conoce como entidades reguladoras o normativas.
Después están los llamados intermediarios financieros:
El sistema financiero mexicano se compone de dos niveles, el primero está compuesto por entidades que regulan el sistema y el segundo por los intermediarios que ponen a tu disposición sus servicios.
Cuando el sistema cumple con sus obligaciones facilita la interacción de todos los involucrados para que existan las condiciones ideales para ahorrar, invertir y pagar.
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